jueves, 15 de diciembre de 2011

La Danza del Buitre

Te encuentras con tus amigos, bailando, bebiendo y quizás restregando tu culo contra otro ser humano, por que sí, por que los aforos completos se inventaron para el roce; y el roce hace el cariño y es así como las discotecas comprar acciones de Durex... Pero ese es otro tema, que me voy por las ramas o los cerros de Úbeda.

En fin, te encuentras en plena fiesta apoteósica, en tu salsa, cuando de repente te fijas en esa mirada furtiva que no te quita ojo. Si fuera una mirada felina te sentirías hasta alagada, te haría incluso ruborizar, pero para nada es el caso. Su mirada es más de marsupial salido (tanto como el pico de una plancha o incluso la aguja más alta de una catedral gótica), un poco atolondrada por el alcohol, ni siquiera inspira nada y de inspirar algo es más bien repugno puto, y perdón por la expresión.

Ya te ha visto mirarle. La has cagado pequeña cachorrilla.

Sigues en tu burbuja ebria con hilo musical (tu burbuja, tus normas) cuando ves que algo revolotea a tu alrededor con un cubata casi agotado y más lleno de agua de hielo derretido que otra cosa. Asombrosamente, el ser en cuestión, es capaz de seguirte el ritmo bailando, eso sí, solo con su cabeza, añadiendo además una sonrisa de galan (o eso cree él).
Cuando te has querido dar cuenta está intentando meter una de sus piernas entre las tuyas añadiendo: "Eh, bailamos reggaeton..." Y no sabes que te da más pena, si su escasa pronunciación o que por su culpa has perdido todo el libido y lo único que quieres es irte a casa o en su defecto meterte a monja.

Sin más dilación (que no dilatación) me despido hasta la próxima. Y recuerda: Si has vivido una experiencia parecida no dudes en comentar. Y si no la ha vivido comenta dando gracias al Señor. Un besazo mis pequeños cachorrillos.

@SamInvention

No hay comentarios:

Publicar un comentario