martes, 13 de diciembre de 2011

Los Armarios No Son Probadores

Y qué gran verdad. Uno (o una en este caso) que se juega el tipo por salir de ese húmedo y oscuro sitio donde solo apesta a naftalina de vuestra bisabuela Loli con un toque de calcetín sudado del tío Evaristo, para que llegue otro entre y salga cuando le sale del la punta... de la nariz.
Pues haré de esta entrada un entretenido tutorial, dónde si os ofendéis es por daros por aludidos pequeños cachorrillos.

Primera cuestión primordial:
CÓMO DETECTAR A UN PROBADOR

Es fácil: Conviven en ambiente heterosexual. Su pareja es del sexo opuesto a la vez que todas sus anteriores. Aunque parezca ilógico defiende el movimiento gay, a primeras no tiene sentido, pero todos sus argumentos caerían si le tachan de homófobo por reprimir lo que verdaderamente piensa. Se las da de moderno/a visitando bares de ambiente y más de una vez ha dejado caer el tema del trío; con alguien de su mismo sexo, claro.

Segunda cuestión igual de importante:
DÓNDE PUEDES ENCONTRAR UN PROBADOR

Lamentablemente, en cualquier sitio. Puede ser alguien de tu trabajo, un colega de toda la vida o un desconocido en una discoteca. Si has salido del armario con más gloría que pena, estás perdido querido cachorrillo. Te mirarán con curiosidad hasta los pajarillos del parque. Afortunadamente con el primer paso podrás estar alerta.

Tercera cuestión (Opcional):
Y ¿SI ME APETECE?

Querido, haz lo que te salga del chichinabo. Si es solo sexo, perfecto, pero sino, te encoñarás, sufrirás, más te encoñarás, te mentirá y se irá con su mujer o su marido. Eso es así y es irrevocable. Si el sujeto en cuestión tiene dudas sobre su homosexualidad, perfecto. Podrás abrirle un nuevo campo de visión del mundo (y no solo el sexual) pero la mayoría de las veces no suele ser así. Yo solo te digo: Cuidado.

Cuarta cuestión imprescindible:
QUÉ HACER DESPUÉS

Si el encuentro ha dado lugar a sexo salvaje, tántrico o incluso un polvete tonto, cuéntaselo a tus confidentes ¿no? Eso sí, si la persona es muy allegada a ti, ni se te ocurra por un instante revelar su nombre, por que siendo sinceros, el mundo homosexual es muy juguetón y aparte de no querer joderle la vida con su pareja tampoco queremos que cientos de perras hambrientas se abalancen sobre tu última adquisición. Si el encuentro ha dado lugar a dolor y sufrimiento, mejor guárdatelo y cuéntaselo a tu diario.


Hasta aquí este humilde tutorial. Espero que os sea útil en vuestra ajetreada vida sentimental. Recordad que todos somos iguales y que no solo los heterosexuales prueban... ahí lo dejo. Un besazo cachorrillos.

@SamInvention


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